PARA QUE ME ALCANZA?

Cuando era niña, solía entrar a la tiendita y dejar caer sobre el mostrador mis moneditas y decirle al tendero: Señor, ¿para que me alcanza?, yo solo tenia 3 años y no conocía el valor de las monedas que portaba, solo sabia que era dinero y que eso se usaba para adquirir dulces en la tienda.

Casi todos cuando fuimos niños llegamos a hacer esto o algo parecido, pero al crecer y aprender el valor del dinero, dejamos de hacer estas cosas, ahora lo que hacemos es ver precios y sacar cuentas y pensar si nos alcanza con el dinero que poseemos y si es así, compramos y sino pues nos quedamos con las ganas. Se puede decir que esto es lo “normal” para casi todos los seres humanos.

En esta vida todo tiene un precio, lo triste es que regularmente olvidamos esto y vivimos como si todo lo que tenemos fuera por merecimiento propio, sin cuidar, sin valorar, o peor aun es, cuando algunos piensan que si otro tiene cosas mejores es solo porque ha tenido mejor “suerte” que el.
No pueden ver que esa persona ha tenido que pasar por muchas cosas antes de llegar a poseer lo que posee, ha pagado el precio quizás de tiempo dinero, esfuerzo, paciencia y mas, para llegar hasta donde esta, pagó el precio quizás del dolor, lagrimas , rechazos y menosprecio, antes de poder verse como hoy se ve.

He visto como en esta vida muchos tienen sueños grandes, pero no tienen un carácter igual de grande como para pagar el precio por ver cumplidos esos sueños.
De hecho, recientemente me enteré que 2 parejas de amigos muy queridos se han divorciado. Ellos tenían sueños muy grandes pero desafortunadamente no les alcanzo el carácter, también he tenido amigos que un día me dijeron soñar con hacer grandes cosas para cambiar a esta sociedad, pero hoy en día viven aislados, amargados y tristes, solo pensando en sus propios problemas y sin poder salir de ahí y todo porque cuando vieron el costo de ver realizado ese sueño no lo pudieron pagar.
He visto como grandes relaciones entre amigos y familiares se rompen por que mientras todo era dulzura parecían ser inseparables, pero cuando las cosas ya no fueron igual, no estuvieron dispuestos a pagar el precio de la paciencia, del perdón, y del amor así que deciden separarse, dejando así “morir” el sueño del amor eterno…

He aprendido que los grandes sueños nunca mueren, simplemente existe gente a la que le alcanza el carácter para pagar el precio por ellos y los alcanzan, y otros a los que no les alcanza, ni desean pagarlo.

"Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
Diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar".
Lucas 14: 28-30

..y a ti, para que te alcanza?
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